martes, 30 de septiembre de 2008


Ayuda, por favor!


Se encontraba en una habitación oscura, no podía ni verse las manos, su cuerpo adolorido, su corazón palpitaba fuerte, envuelta en el silencio se encontraba Ana, una joven de 22 años acostada en ese lugar con olor ha estiércol. ¿Qué paso con ella? Se sentía tonta pero poco a poco llegaron imágenes de lo ocurrido… recuerda haber estado en el salón del centro comercial, al salir fue a comprar una granita (tenía su blusa mojada, la revisó con su tacto), luego con las llaves de su auto en la mano accionó el botón para abrir las puertas y solo recuerda que se ennegreció la vista. (Llevó la mano a la cabeza y se dio cuenta que tenía un golpe, cayó y por eso granita en la blusa). Comenzó a llorar amargamente, preguntándose ¿qué pasaba?, ¿porque estaba ahí?. De repente una puerta se abrió. Ella comenzó a temblar de miedo, sus ojos se cegaron al principio pero pudo reconocer la figura de un hombre delgado y sin decir nada aquel siniestro hombre se rió cerrando al mismo tiempo la puerta de aquella habitación con olor a sucio, y a estiércol. Se levanto súbitamente, preguntando a gritos: ¿Quién es usted? ¿Por qué estoy aquí? Desconsoladamente llorando sin tener respuesta alguna, aquel hombre solo desapareció, los pasos se alejaron y nuevamente el silencio sordo, solo escuchaba los latidos de su corazón y su respiración. Sintió que algo o alguien se movía cerca de ella. – no te asustes! Yo también estoy encerrada. ¿Cómo te llamas? La voz de una niña se escucho. – yo soy Andrea, y tú? Me llamo Ana pero me dicen Anita, tengo 12 años. - ¿Por qué estamos aquí? Pregunto asustada Andrea. No lo sé! Contestó la niña Ana. Ambas asustadas en la habitación oscura. Ana buscó en la oscuridad y tomando la mano de Andrea para proponerle salir de aquel lugar, pues anteriormente no tenía el valor de hacerlo pero con la compañía de Andrea, encontró el valor de salir de las garras del hombre siniestro. Le explico que hay un túnel y este conduce hasta llegar al bosque, ambas debían correr muy rápido y llegar a la carretera para buscar ayuda. El túnel comenzaba justamente a los pies de las chicas, era una tapadera muy pesada de cemento lo que cubría aquella salida o entrada. Entre las dos lograron moverlo, tratando de no hacer mucho ruido y no llamar al hombre malo. Primero bajó Ana seguido Andrea, ambas caminaron con pasos de miedo pero en busca de la libertad, era lo suficientemente grande para ir casi de pié, había agua en el suelo, era oscuro, más bien se trataba de una alcantarilla de aguas lluvia. Llegando al final cuidaron que no estuviera nadie afuera, Andrea y Ana corrieron por el bosque aun se podía observar la neblina, ahí se enteró Andrea que su secuestro fue el día anterior. Sin decir nada solo corrieron desesperadas por aquellos caminos de los animales llenos de raíces de los inmensos arboles, hasta llegar a la carretera como lo había indicado Ana. Andrea llego a la carretera de tierra, detrás venia Ana pero al ver hacia atrás sus ojos no encontraron a la pequeña Ana, sus cuerpecito delgado, ojos grandes y tristes no estaban. Andrea comenzó a llorar y a gritar preguntando por la niña. En ese instante una pareja de ancianos la descubrieron y la llevaron en su auto pero Andrea no podía hablar, no le entendían lo que ella pedía. La llevaron a su humilde casa, llamaron a la policía y así Andrea se encontró con su familia que no dejaban de llorar al verla. En medio de aquella emoción Andrea hablo con uno de los policías. Le explico que Ana fue quien la ayudo a salir pero creía que ese hombre la atrapo nuevamente. ¿Ana? Dijo el policía. Terminaron en la posta policial. El oficial quería mostrarle a Andrea unas fotografías. En el archivo se podían encontrar a varias personas muertas por accidentes de atropellamientos con auto, unos que se envenenaron por un amor mal visto y saco el archivo por apellido “Fuentes”. Lo extrajo y se lo mostro a la joven. En la esquina superior derecha estaba la foto de la niña de ojos grandes y alegres. Era Anita, la niña perdida en el centro comercial, separada de sus padres violentamente por un enfermo. Quien la asesino tirando el cuerpo en el bosque pero nunca se encontró al culpable, ahora gracias a Andrea podían hacer justicia a la niña Ana.


Nilsa Flores.

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