domingo, 21 de septiembre de 2008




Cabañas en el bosque



Hambriento! Hambriento de sangre! En luna llena sale a buscar una presa. De día es una persona normal, tiene familia, esposa y un hijo, amigos y amigas que ignoran su horrible realidad, todos no saben lo que su piel esconde debajo de ella. Un fin de semana anuncia irse de cacería con tres amigos, era buen tiempo para ir a buscar conejos y/o venados, todos se preparan para irse a la montaña saliendo desde muy temprano, se detienen a desayunar en un comedor camino a la montaña y un perro los recibe muy mal, al bajar Oscar del jeep le ladra furioso este comienza a molestarlo haciéndole bufa, Mario le grita: - ya déjalo!. Pero Javier solo lo vio a los ojos y el perro metió la cola entre las patas, y se fue llorando como cachorro. – Disculpen jóvenes!, se escucha la voz de una Señora desde la entrada de aquel restaurante, era la propietaria del mismo. – No se preocupe, estamos bien. Le contesta Carlos, su rostro cambio a signo de interrogación por la reacción de aquel perro con Javier y Oscar. Olvidaron lo ocurrido, desayunaron y regresaron al jeep para pasar un largo fin de semana (viernes, sábado y domingo) en la montaña. Las cabañas diseñadas especialmente para los cazadores, se respiraba aire puro, el clima era fresco, el agua de las fuentes se escurría por los canales entre las raíces de aquellos inmensos arboles, la vegetación espesa. Al llegar una de las cabañas ya estaba ocupada, de ella salieron dos personas, Alex y Nadia, novios desde hace 3 años que también les gustaba mezclarse entre la naturaleza y salir un poquito de la ciudad, pero no a cazar. Todos se presentaron (Oscar, Mario, Carlos y Javier), con los novios quienes los recibieron muy alegres. – Alex: hola! Qué tal? Qué bien que tendremos compañía! Era un ambiente amistoso para todos. Durante ese día tomaron fotografías de esas haciendo el ridículo para reírse con todos al llegar nuevamente a casa, cocinaron para el almuerzo, en horas de la tarde buscaron más leña y jugaron las cartas para estar tranquilos y así esperar la noche ya que es bueno para salir a buscar conejos. También salieron a caminar para conocer el terreno. Javier no se sentía muy bien de la garganta, entonces decidió ir a la cama y luego buscarlos. El cambio del clima le afectó. Llegando la noche, se escuchaban los grillos cantar y las luciérnagas bailaban en el bosque. Los animales nocturnos conversaban entre ellos y anunciaban la presencia de aquellas personas. Ya con todo su equipo sobre sus espaldas salieron a buscar conejos u otro animal para impresionar a sus amigos y familia. Javier tenía fiebre, seguramente se trataba de una infección. Así que realmente no podría acompañarlos esa noche. Alex y Nadia estaban bien ocupados con sus juegos de “yo alcanzo a chicken Little” Alex perseguía a Nadia en la habitación para desplumarla. Estando los amigos en la parte de arriba de la montaña, algo retirados de las cabañas, todos cuidándose y listos para cazar bajo la luna, no tardo mucho tiempo cuando aparecieron varios conejos, eran grandes en tamaño y adultos.
Cuando se transforma en luna llena se vuelve un lobo inmensamente grande, sus garras enormes capaces de partir a un león en dos partes, de ojos rojos, sus dientes blancos con colmillos sobresalientes. En la cacería aun los amigos no habían podido obtener uno de aquellos conejos. Carlos con la luz de su foco de mano, vió la figura de un animal grande, con voz baja les dijo con voz temblorosa a los demás… - estás seguro le pregunto Mario. – Carlos: si viejo! Creo que era un lobo pero bien grande, mejor vámonos! – Oscar: no seas maricón, además en esta zona no hay lobos, lo dijo secamente aquel que había molestado al perro del restaurante. Los amigos no hicieron ruidos en unos minutos… pero de repente! El ruido de un animal los hizo temblar, y el corazón les palpitaba muy fuerte. Ya no se veían los conejos… por un momento ni los animales conversaban, silencio sordo y frío, de repente! Oscar grito con dolor, los demás trataron de ayudarlo pero solo veían como su linterna iba cayendo metros abajo, nooo! Oscar… alzo la voz Mario y Carlos trataba de alcanzarlo pero fue imposible, todo sucedió muy rápido. Los gritos desesperados de Oscar eran los únicos que lo acompañaban y después no se escucharon. Mario y Carlos corrieron hacia las cabañas… Gritaban desesperados, Alex salió en ropa interior algo asustado y mientras Nadia estaba envuelta con una sabana detrás de la puerta, solo saco su rostro para ver aquella escena de los muchachos corriendo desesperados y blancos de miedo… Decían que Oscar estaba muerto! Los novios los dejaron entrar a su cabaña, Nadia les preparo chocolate caliente. Ya en la mañana - ¿Dónde está Javier? Pregunto Nadia. Los dos amigos se vieron… la puerta se abrió de golpe, era Javier.
Javier ignoraba todo lo ocurrido, él explico que se encontraba con fiebre toda la noche y que no había escuchado absolutamente nada.
Lo que no sabían los demás, es que su estomago estaba lleno con las tripas de Oscar. Javier el hombre lobo, el devorador de carne humana. Se comió primero la cabeza, arranco sus brazos, sus piernas y todo lo demás hasta saciarse.


Nilsa Flores.
Gracias a Javier (UNPOKOPEKE), por el dibujo de ésta historia.

1 comentario:

Pato´s dijo...

BUENISNA!!

CADA VEZ MEJOR!!


BESITOSS