Tres metros bajo tierra

Extranjeros

Un grupo de amigos; Benny y Nelson su esposo, Juan Carlos, Patricia la Pato, y Javier quien triste porque Eros su hijo estaba muy pequeño para hacer ese viaje tan largo, se fueron a conocer Japón. Fueron largas horas de viaje, todos muy contentos pero cansados solo deseaban llegar al hotel. Ya en el aeropuerto, buscaron un taxi y se fueron directos a descansar. Los esposos se instalaron en una habitación con cama matrimonial listos para desplumarse y relajarse un poquito, jaja, la pasión primero. Los otros amigos se instalaron en habitaciones sencillas, muy cómodas, amplias, modernas tenían todo, desde el AC, inodoros inteligentes, chocolates sobre la mesita de noche, los cuales Patricia ya hasta la coronilla de chocolates no comió ninguno ya que ella vende chocolates y los cuales los prepara de forma artesanal desde su amplia cocina, el aroma delicioso invade todo su hogar atravesando por las ventanas y puertas anunciando la presencia del delicioso chocolate ya listo para saborear, pero regresando al hotel, Patricia anuncio descansar y comenzar la diversión mañana, Javier y JC querían salir a conocer, caminar por la ciudad y así sucedió.
Hermoso aquel país, Javier se detuvo a observar en una vitrina a una mujer que no era asiática, más bien latina como todos ellos, aunque la vestimenta de todos los japoneses es como los occidentales en su vida cotidiana, algunas personas más ancianas, especialmente las mujeres aun usan el kimono. Convenciendo a JC ya que él quería ir primero a buscar unos lentes (los de el estaban torcidos, se cayeron al bajar del avión) entraron a la tienda. Ahí estaba la joven quien al verlos se acerco. – Hola! Ustedes son extranjeros! me llamo Nilsa – JC dice: gracias, que bien encontrarse con alguien que hable español, mucho gusto yo soy Juan Carlos. Y yo: lo dice apresurado soy Javier. Todos se saludan en la tienda de la forma occidental. Tokio posee un clima templado. Terminaron tomándose una bebida caliente, ya que hacia frio esa noche y llovía. Nilsa prometió verlos al día siguiente y llevarlos a lugares interesantes y los mejores para tomarse fotos impresionantes.
Por la mañana en el desayuno, los amigos emocionados hablaron de la chica que conocieron en la tienda de nombre Nilsa, y a las 8 am los iba a esperar en el parque frente al hotel y así llevarlos a muchos lugares, lo mejor de todo es que no era una japonesa y con eso de los idiomas es más difícil entender, los intérpretes son más caros. Llegaron al parque y ella se encontraba sentada esperándolos, sonrió al verlos y extendió la mano para saludar a los otros miembros (Benny, Nelson y la Pato). Así comenzaron a conocer todos entusiasmados Tokio La Ciudad del este. Todos maravillados por la cultura japonesa, sus colores vivos, la música, visitaron museos, teatros… En una semana les serbio de guía turística la joven Nilsa, viajaron por tren, y vía terrestre. Al terminar esa semana, llegando al día domingo, la muchacha se desapareció del lobby… ¿Qué paso? Se preguntaban todos. Ya que querían despedirse de ella. Donde esta Nilsa buscándola en la entrada principal de aquel hotel. Pero inútil, porque no estaba. Al acercarse en un espacio de pared, el cual era en honor a los fallecidos del accidente ocurrido, vieron fotografías de personas que trabajaron en el hotel pero estas murieron en el incendio, en el cual estaba posando Nilsa.

Nilsa Flores.